jueves, 28 de octubre de 2010

La comparación del huerto


Nuestro corazón es como un huerto, en donde muchas veces crecen malas hierbas, plantas inútiles que tienen frutos venenosos (rencor, odio, pesimismo, desprecio de sí...). En casos extremos, donde ha sido tapado, encerrado, enterrado bajo montones de basura, incluso puede haber toda clase de podredumbre en el. Y eso no es como debe ser.
Jesús, que es el jardinero, el cuidador de ese huerto, quiere más bien que abunden en el plantas buenas y útiles, con flores bellas y frutos comestibles y ricas... Quiere que sea un huerto bonito, que dé gloria a Dios y que agrada al verlo. Pues bien, esas malas hierbas, él no las plantó allí. Puede ser que tampoco las plantamos nosotros, sino que otras personas arrojaron esas semillas allí por sus insultos, maltratos, mentiras y chismes, por su falta de amor... y que no supimos en el momento dado cómo botarlas, cómo protegernos de ellas... y así tomaron raíz en nosotros, y fueron creciendo plantas de rencor, pesimismo, desprecio de sí mismo, desconfianza, etc. A lo mejor no aprendimos nunca cómo sacarlas de nuestro suelo, y ahora han llegado en algunos casos a ser arbustos grandes, casi como árboles, y ya dan frutos de odio, venganza, sensualidad, y todo tipo de maldad. Hace falta, pues, que el jardinero Jesús saque esas cosas feas, que vaya limpiando las plantas nocivas --pero que las saque no sólo por encima del suelo, como lo puede hacer cualquier persona cortando el tallo, sino, como experto jardinero, con raíces y todo, para que no vuelvan a brotar en nosotros. Esto lo hace mediante la herramienta de su Espíritu Santo, pero para esto hace falta que nosotros ablandemos el suelo de nuestro corazón, para que Jesús pueda sacarlas todo enteras. Hay que darle permiso, dejar que él toque esta parte inconsciente, las raíces profundas de nuestra vida y persona.
Luego, en ese terreno vació, o en ese hueco, Jesús pondrá nuevas plantas útiles y bellas. Plantará allí plantas ya crecidas de comprensión, de perdón y de aceptación de sí, de capacidad de condolernos de los demás; pronto darán frutos de alegría y paz, de alabanza de nuestro Dios, en fin, toda una serie de cosas que alegrarán a cualquiera que pasee por nuestro jardín. Restituirá la belleza original de su huerto.

viernes, 9 de julio de 2010

Carta de Jesús para tí...


"Carta de Jesucristo Para Ti.
Querido(a) amigo(a):

¿Cómo estas? Te Escribo esta carta por que quiero decirte cuánto te amo y me preocupo por ti y cuan grande es mi deseo de ayudarte.

Te vi ayer hablando con tus amigos y a lo mejor querías hablarme también. Espere todo el día. Al llegar la tarde te di una hermosa puesta de sol para cerrar tu día y una fresca brisa para tu descanso después de un día tan fatigoso, y esperé... pero nunca viniste. Sí, claro. Me dolió, pero aun así te amo y quiero ser tu amigo.

Te vi dormir anoche y quise tocar tu frente; envíe rayos de luna que cubrieron tu almohada y tu cara para ver si te despertabas, para hablar contigo; pero no, seguías en tu sueño. ¡Tengo tantos dones que darte!

En la mañana, era tarde y te fuiste apresurado a trabajar. Mis lágrimas se mezclaron con la lluvia que caía.

Hoy te veo triste, preocupado(a), solo(a). ¡Tan solo(a)! Mi corazón comprende. También mis amigos me abandonaron y me lastimaron; pero yo te amo.

¡Oh, si tan solo me escucharas! ¡Te amo! Trato de decírtelo por medio del cielo azul y de los verdes prados. Te hablo al oído a través de las hojas de los árboles y el olor de las flores. Grito en los riachuelos de las montañas, doy a los pajaritos cantos de amor sólo para ti. Te visto con el calor del sol y te perfumo el aire con el aroma de la naturaleza. Mi amor por ti es más profundo que el mar, pero mayor y más grande es mi deseo de hablar y caminar contigo.

Yo sé cuan duro es vivir en esta tierra. Realmente lo sé, y quiero ayudarte si tan solo tu me dejaras demostrártelo. Quisiera que conocieras a mi Padre. Él desea ayudarte también. Mi padre es así, ya tú le conocerás y le amarás igual que yo.

Llámame a cualquier hora del día o de la noche, pues yo nunca duermo, y siempre te responderé; pídeme lo que quieras, que si es para tu beneficio yo te lo daré. Habla conmigo y desahoga tus angustias, ansiedades, que yo siempre tengo tiempo para ti. ¡Por favor, no te olvides de mí, tengo tanto que compartir contigo!

Ya no te molesto más. Sé que tienes mucho que hacer. Perdona que te haya tomado tanto tiempo, pero no podía esperar más sin dejarte saber que te amo y que te espero.

"Tu amigo Fiel, Jesucristo."

martes, 6 de julio de 2010

¿Como mantenerse en castidad? - Eduardo Verastegui

Guardar el corazón





La primera vez que me enamoré tenía 21 años, todo era perfecto. Ella era lo que yo deseaba. Muy agraciada físicamente y sus ojos me desarmaban. Ella cursaba el último año de bachillerato y yo el 2º de la carrera. Al fin Dios me había respondido, eso pensé.

Para mí era un romance de película o de alguna obra literaria. Algo así como Romeo y Julieta púes su papá no la dejaba que fuera mi novia, porque en aquel entonces trabajaba de acomodador de cajas en una licorería; y esto era incomodo para su padre. Nos veíamos a escondidas a fuera de su escuela, y esos 40 minutos eran los mejores de mi día.

Queríamos estar juntos, así que ella decidió entrar a mi universidad donde no importaría lo que dijera su padre. Todo iba a ser perfecto “mi angelito” iba a estar conmigo. Ella ingresó a mi escuela y en el segundo día de clases ella dijo que teníamos que hablar. Ya te imaginarás, cuando alguien te dice que quiere hablar; ya no hay nada de que hablar. Dijo que ya no me amaba, y a las 2 semanas la vi caminando en el pasillo tomada de la mano de su nuevo novio. Ahí se cuarteó mi corazón, caí en una muy fuerte depresión no haciendo caso al Padre, de que sobre todo; guardase mi corazón.

El tener noviazgos a la ligera o de hobby es solo emoción. Hoy como Cristianos debemos estar concientes de que ésta vida ya no nos pertenece, y que si hay algo, qué anhela nuestro Dios; es nuestro corazón. No permitas que por emociones te desvíes de tu bendición. No permitas que por no estar solo tomes una mala decisión.

Si alguien te llena la pupila, conócele y pide a tu Dios dirección. Ponlo en oración, no te guíes por la emoción.

En ocasiones conocemos a alguien y pensamos o sentimos, qué ahora sí es la persona indicada. Y el pensar o sentir no viene del espíritu. No hay nada de malo en qué te agrade una persona y querer conocerle, lo malo comienza cuando por emociones pierdes la razón.

Conoce a la persona, sean amigos; qué al contrario del mundo nuestros noviazgos comienzan por la amistad. Luego pide confirmación a tu Dios, qué al contrario al mundo nuestros noviazgos comienzan por el espíritu.

El tener muchos noviazgos sin sentido causa rasgaduras al corazón. El tener noviazgos sin sentido lastima corazones. El tener noviazgos envanecidos menosprecia nuestra salvación.

Te lo digo de nuevo hermano, si alguien te llena la pupila, conócela, consiéntela, trátala con respeto; pero hasta no recibir confirmación, ambos guarden su corazón.